|
“Tenemos que caminar juntos” repitió el Arzobispo de Cantórbery
asintiendo con la cabeza, cuando Francisco dejó de lado la lectura en voz alta
de su propio mensaje en Italiano, miró al visitante e improvisó en inglés:
“Justin, tenemos que caminar juntos”.
Justin Cantuar había predicado en la Iglesia Anglicana de Todos los
Santos, donde recomendó que la iglesia corriera el riesgo de abandonar la
supervivencia institucional, para ser guiada por el Espíritu Santo; ahora
escuchaba a Francisco de Roma, quien citaba en autocritica el texto bíblico
donde los apóstoles discutían quién de ellos sería el más importante en el
reino.
Tocó el turno del Primus Interpares de la Comunión
Anglicana, quien recapituló su oración práctica por la unidad de los
cristianos, agradeciendo a Francisco de Roma, por la inspiración que da a la
cristiandad en su exhortación apostólica.
El Arzobispo de Cantórbery concluyó su alocución con el obsequio de una
higuera y facsimilares de documentos históricos de interés común que resguarda
el acervo Anglicano.
Para entonces Justin Welby había visitado la Red Mundial por la
Libertad, una iniciativa organizada por Anglicanos, Católico-romanos y Musulmanes
contra la trata de personas; también había visitado el Centro Anglicano de
Roma, la nueva Comisión Anglicana Católico-Romana y Mision Web, había orado en San Egidio, predicado
en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, dialogado con miembros de la
internacional fundación católica ecuménica que tiene miembros en la sede
arzobispal de Lambeth "Chemin Neuf" y convivido con jugadores de
Criquet de ambas tradiciones. by arturocg2013